Pues aquí estamos de nuevo. Con los amigos de La Oveja Negra Scooter Club, que organizan otra vez la grandiosa vuelta a la Sierra del Segura; 500 kilómetros de curvas, carreteras de montaña, puertos, pinares, asfaltos rotos, paisajes impresionantes y lugares insospechados a los que el otoño da una pátina preciosa. Vamos a empezar.
El viernes por la noche muchas de las motos ya estaban preparadas en la sede de la Oveja Negra, listas para salir a la mañana siguiente.
Tras un cafelito y un trozo de bizcocho salimos para Letur, 55 kilómetros, y ya allí tenemos los primeros contratiempos (bueno, si no contamos que la noche del viernes salí a ayudar a Juan que se había quedado en Isso...)
Y la Dulcinea de Morote, que en un principio parecía que iba a funcionar, pero no, al rato se fue para Albacete y luego acudio al hotel por la noche (mientras escribo lo tengo a mi lado).
Seguimos marcha, ya con retraso con respecto al grupo principal, hacia Yeste y Las Juntas.
Embalse de Anchuricas. Conducir la Vespa por estas carreteras es un auténtico placer, pero tomarse la molestia de parar, ofrece la posibilidad de encontrar rincones preciosos.
Pues antes de llegar a Siles, tenemos otra avería. La Vespa de Ramales dice basta, así que tiene que llamar a la grúa...
Puerto de Crucetillas.
Finalmente llegamos a Casa de Haches, donde podemos descansar un poco antes de la cena.
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