domingo, 2 de octubre de 2016

Motor, ya tocaba...

Pues como dice el título, voy a hacer el motor de Voluntario, y es que, a pesar de todo lo que le he hecho a la Vespa, el motor nunca ha sido objeto de remozado.
Atrás queda la primera restauración, en la cual se limpió el motor por fuera y, habiendo comprobando que funcionaba correctamente, decidí no abrirlo.
Posteriormente, se le instaló la pantalla, ha sido repintada, se completó con el espoiler bajo el suelo, pero nada de motor.
Siempre le ha costado mucho arrancar, últimamente más que de costumbre, lo que ha hecho que haya tratado de solucionarlo con pequeños cambios, grifo eléctrico nuevo, estarter nuevo, limpieza de carburador, al final resultó tener las bobinas del estátor quemadas, así que también se cambió. Además, el aceite del depósito para la mezcla automática fluía libre e inundaba el motor, lo que hacía imposible el arranque, así que decidí cambiar las juntas del motor y una vez abierto... Aprovecharé para cambiar los discos de embrague y ¿cómo no cambiar retenes y rodamientos?,  claro, revisando el cilindro se ve que es aconsejable el rectificado y ¿por qué no cambiar la cruceta del cambio? Total, cuando termine, tendré un motor como nuevo.

El motor desmontado. Ya sin el embrague.
Voluntario sin motor.
Otra vista del alojamiento del motor.
Algunas de las piezas que he ido sacando.
Cilindro y culata.