domingo, 5 de febrero de 2017

¿Y EL RODAJE?

Hola de nuevo.
Tras la Pingüinada 2017, y pasada la emoción de rodar en Vespa con los compañeros del Scooter Club Vespambretta, debo retomar para concluir, aquello que os conté que le hice al motor de Voluntario.
Como sabéis, si habéis seguido el blog, y si no, os lo cuento ahora, el motor de Voluntario lo llevaba tal cual como cuando compré la moto, y claro, al final he tenido que hacerlo, fundamentalmente por problemas que tenía para arrancar.
A lo largo del tiempo le he ido haciendo pequeños cambios que no solucionaban de todo el problema o lo hacían temporalmente; cambio de bobina, cambio de estárter automático y cambio​ del grifo eléctrico fue lo primero, a continuación seguimos con el estátor de bobinas, pero nada, decidí cambiar las juntas del motor para evitar las fugas de aceite por si estuvieran relacionadas con el no correcto funcionamiento del motor, así que una vez abierto, se cambiaron los rodamientos, retenes y la cruceta del cambio, un examen detallado del cilindro aconsejó su rectificado debido al desgaste, y el carburador como la bomba automática de aceite fueron revisados y limpiados. Todo esto está contado en el blog, en entradas anteriores, y dan como resultado un motor nuevo, bueno, como nuevo.
Así las cosas entramos en el rodaje para el perfecto acople de todos los elementos, 500 kilómetros, durante los cuales hay que procurar llevar un régimen suave del motor y no revolucionarlo demasiado, la mezcla de aceite era enriquecida, mayor del 2% para asegurar una buena lubricación. Esa cifra fue superada en la Pingüinada, por lo que ya he podido apretarle un poco a Voluntario y ver cómo responde.
El cambio ha sido espectacular. El arranque perfecto, apenas se acciona el botón, la moto arranca, en frío (muy frío) le cuesta algo más pero arranca enseguida. Antes gastaba la batería por completo para ponerse en marcha, si era con patada había que darle en torno a 20, y empujándole arrancaba a los 70 metros más o menos, todo esto está medido, os lo prometo.
La conducción es suave y responde muy bien, el embrague reforzado tiene un tacto muy parecido al anterior, el cambio es preciso...
Conforme iba llegando a la cifra que completaba el rodaje iba exigiendo más a Voluntario y he podido comprobar cómo ha mejorado. Ahora tiene mucha más fuerza, y no tiene nada que envidiarle a las demás Vespas de la Pingüinada, todas de 200, Voluntario las seguía sin problemas y en muchos casos las superaba. Las cuestas se suben con mucha más alegría y hay que reducir menos que antes, la velocidad de 80 km/h, antes máxima, ahora es mantenida con facilidad, llegando fácilmente a los 95, y a 100 con un poco que ayude la cuesta o el aire no de de frente.
La bomba de aceite no está anulada como pensé hacer, pero la mezcla se la pongo en el depósito directamente, no uso el mezclador automático.
Solo puedo reafirmarme en una "cosa":
La Vespa Cosa, es una gran máquina.
Saludos.

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